martes, 8 de diciembre de 2020

LA RATONERA

 Hola lectores y lectoras.

Hoy os traigo, después de mucho tiempo, una reseña de un libro escrito por la mayor autora de misterio: Agatha Christie (si queréis saber más de dicha autora pinchad aquí). El libro es su obra de teatro La Ratonera, que se estrenó en Londres el 25 de noviembre de 1952.

La trama sucede en una casa de huéspedes en un pequeño pueblo de Inglaterra. Allí se encuentran Mollie y Giles Ralston, los propietarios de la vivienda, que la acaban de abrir. En ese fin de semana les vienen cuatro personas a estrenar la casa, pero, además, debido a la nieve que está cayendo fuera, un coche se queda atrapado y su propietario –Míster Paravicini- pide cobijo en la casa para no morir de frío.

Por tanto, estas siete personas se encuentran atrapadas por el temporal en la casa como ratones en una ratonera. No obstante, ahí no acaba el asunto, pues Mollie recibe una llamada de la policía al teléfono de la casa diciendo que va para allá un sargento detective llamado Trotter porque es muy posible que entre las personas que habitan la casa se encuentre un asesino que ya ha matado a una persona en Londres.

Es en ese momento en el que el sargento llega con sus esquíes a la casa para evitar el temporal y les explica lo sucedido al matrimonio de la casa y a los huéspedes de la misma: una persona ha dejado una nota en la escena del crimen en la que ponía la dirección de esa casa y la canción infantil de “Los tres ratones”, los cuales acaban muertos. Por tanto, es muy posible que el asesino se encuentre en ese lugar para terminar de matar a los dos ratones que le faltan.

Al principio los habitantes de la estancia no creen al detective hasta que uno de ellos es asesinado de una manera muy extraña: asfixiado, con la radio muy alta y un apagón de luz, de tal manera que nadie ve ni oye nada.

Es en ese momento donde todos comienzan a sospechar de los demás, hasta el punto de que Giles y Mollie sospechan el uno del otro ya que las supersticiones del detective se han cumplido y, por tanto, queda un ratón aun por morir, el asesino volverá a actuar.

Así, el detective empieza a investigar el asesinato y a intentar descubrir el asesino. Sin desvelar el final, solo diré que es un final propio de Agatha Christie en los que no te esperas quién es el asesino o la asesina y estás toda la obra intentando adivinar quién es y cambiando de un sospechoso a otro, sin poder dejar de pasar las páginas para descubrir, al fin, quién es el culpable.

Antes de terminar me gustaría decir que, aparte de gustarme mucho las novelas, otra de mis pasiones es leer y ver teatro –más leerlo que verlo- y esta obra es bastante buena y te mantiene en tensión desde el principio hasta el final, intercalando momentos de comedia con una gran tragedia y drama. Por si os interesa, os dejo tras este párrafo el vídeo de la obra de teatro.

Por último, me gustaría decir que es una pena que Agatha Christie no escribiera más obras de teatro pues son realmente buenas, aunque no mentiría si diría que sus novelas son mejores, bajo mi punto de vista, que esta obra de teatro.

2 comentarios: