domingo, 21 de junio de 2020

EL MISTERIOSO CASO DE STYLES


Hola lectores y lectoras.

Tal y como hice la semana pasada al escribir la reseña de Cartas sobre la mesa, hoy os traigo una nueva reseña de otro libro de Agatha Christie, más concretamente de su ópera prima: El misterioso caso de Styles.

Antes de pasar a hablaros de la trama de esta obra, quiero indicar que no era un libro que tenía en mis planes leerme, ya que había otros que quería leer antes, pero cuando terminé Cartas sobre la mesa me acerqué a la librería de mi barrio a encargar un libro y todavía no me ha llegado (cuando me lo lea no dudéis que subiré una reseña). Al no tenerlo pensé: ¿qué puedo leer hasta que me consigan el libro? Entonces, dije: algo corto y que se lea rápido, porque si me lo traen en una semana quiero empezarlo en cuanto lo tenga. Por tanto, decidí leerme este primer libro de Agatha Christie con la intención de ver cómo había evolucionado la escritora a partir de este libro.

Así, fue como me hice con esta obra y empecé su lectura.

En él ya aparece el célebre detective Hércules Poirot, que es un refugiado belga de la I Guerra Mundial, acogido por la señora Inglethorp, la cual tiene una gran casa en su poder: la Casa de Styles. La historia, al contrario que en muchas de las novelas de la autora, está contada en primera persona desde los ojos de Hastings, que es un detective amigo de Poirot que está pasando una temporada en la Casa pues le había invitado un amigo.

Así, una noche, tras una discusión muy fuerte, la señora Inglethorp es presa de un ataque nervioso, cuyos gritos levantan a toda la casa, ya que son espeluznantes. Todos los habitantes del hogar van a ver qué pasa y aprecian como la mujer está siendo víctima de grandes ataques, hasta que grita dos veces el nombre de su marido y cae desplomada.

De esta manera, un médico que estaba en la casa: el doctor Beaurstein se acerca a examinarla y pide inmediatamente una autopsia, que dice que la señora ha sido envenenada con estricnina.

Es ahí cuando Hastings va a avisar al pueblo a su amigo Poirot de lo sucedido para que le ayude a investigar y empieza una ardua indagación en la que son acusados diferentes miembros de la casa, hasta que el belga (a pesar de que Hastings le tacha infinitas veces de “cabeza de chorlito”) descubre lo sucedido y el asesino es desenmascarado y ajusticiado.

Bien, os estaréis preguntando si conseguí ver la evolución de Agatha Christie a partir de esta novela. Pues la respuesta es que no lo sé, porque no me he leído muchos libros de Agatha Christie en comparación con los más de sesenta que escribió, por tanto, no puedo juzgar si ha cambiado mucho. Lo que sí que puedo decir es que me llamó la atención que narrara la historia en primera persona y que no incluyera una guía del lector para que uno no se perdiese, lo cual supongo que lo incluiría en novelas posteriores que me iré leyendo.

Sin embargo, lo que sí que puedo asegurar, es que, al igual que todos los libros de esta afamada escritora, la historia te engancha de principio a fin, ya que hasta el final no sabes quién es el asesino por muchas teorías que tengas y que la lógica y el ingenio de Poirot existía en la mente de Agatha Christie antes de escribir una primera línea, además de su manía por el orden y la pulcritud.


domingo, 14 de junio de 2020

CARTAS SOBRE LA MESA


Hola lectores y lectoras.

Como ya os he indicado en un anterior post, voy a subir entradas de los libros que me vaya leyendo cuando los vaya terminando, intentando que haya como máximo una o dos entradas a la semana (una de una novela y, en el caso de que no hayamos analizado al autor, una del autor) y, si esa semana no me he leído ningún libro, no subiré entradas.

Hoy os traigo una reseña de un libro de Agatha Christie, que, como expliqué en El Museo de losEspejos, es una novela que ha influenciado para crear historias posteriores.

Cartas sobre la mesa – el libro del que vamos a hablar hoy – fue escrito por la mayor autora de novelas policiacas de la literatura universal y publicado en 1936.


En la historia la autora rescata a su personaje más conocido: el extravagante detective belga Hércules Poirot, que es invitado a la casa del señor Shaitana para cenar, junto con otras siete personas: el mayor del ejército Despard, una joven muchacha, cuyo nombre es Anne Meredith, la escritora de novelas policiacas Ariadne Oliver, el coronel del servicio secreto Race, una anciana llamada Lorrimer, el doctor Roberts y el superintendente Battle, de Scotland Yard.

En la cena los asistentes se ponen a jugar una partida de bridge en dos mesas, estando, por un lado, el doctor, la anciana, la joven y el mayor del ejército; y en otra habitación Poirot, junto con la escritora, el superintendente y el coronel del servicio secreto. El anfitrión: el señor Shaitana, se encuentra en la sala donde se produce la partida de la anciana y sus acompañantes, pero no juega, sino que se queda sentado en su butaca junto al fuego.

La velada se sucede sin mayores complicaciones, las partidas avanzan de manera normal, hasta que Poirot y el coronel deciden irse a su casa a dormir porque ya se les ha hecho tarde. Por ello, acompañados por sus otros dos colegas de juego vuelven a la habitación donde siguen jugando los otros cuatro invitados, para despedirse del señor Shaitana.

No obstante, cuando se acercan, se dan cuenta que el señor ha sido apuñalado y asesinado.

Es así como empieza la historia de esta novela, ya que Poirot, junto con sus otros tres acompañantes de mesa, deben averiguar quién de los otros cuatro es el culpable del asesinato, puesto que no podían ser otras personas ya que nadie había pasado a esa habitación en el trascurso de la partida.

De esta manera, se produce la investigación y el culpable se descubre al final, con una gran clase de ingenio y lógica por nuestro conocido y queridísimo Poirot, que, a través de las pistas que saca de la partida del bridge de los cuatro sospechosos, consigue desenmascarar al asesino.

Para concluir, hay que decir que no es una novela de Agatha Christie que se conozca como otras, pero tiene un gran trabajo detrás y está muy bien construida, ya que escapa del esquema de las novelas policiacas: siempre el que tiene más papeletas para ser el asesino lo termina siendo; ya que, tal y como indica la autora en una nota al principio del libro, los cuatro sospechosos tienen las mismas papeletas para ser el asesino. Además, a pesar de que la novela gira en torno a una partida de bridge e indican cosas de ese juego, uno no tiene por qué saber sus reglas para seguir el argumento de la historia.



COMUNICADO DEL BLOG



Hola lectores y lectoras.

En este post no voy a hacer una reseña de ningún libro, ni voy a hablar de ningún autor o cosa semejante, sino que quiero contaros cómo voy a llevar el blog de aquí adelante.

Bien, como habéis estado viendo, he estado sin subir posts durante tres semanas, ya que no encontraba ningún libro que me enganchara tras El Museo de los Espejos (incluso si vais a la primera reseña del blog, veréis que hay un laxo de tiempo muy grande desde que terminé de leer este libro y empecé el siguiente); y porque estaba notando que leía obligado, que no disfrutaba de la lectura como antes, pues leía solo con la intención de subir una entrada al blog y daros contenido. Sobra decir que este no era mi objetivo al abrir el blog.

Yo empecé este blog para que vierais lo que me gustaba la lectura y para escribir, que es una de mis pasiones y mis pasatiempos favoritos, ya que me relaja. Pero con el ritmo que llevaba de entradas no estaba disfrutando nada ni de escribir ni de leer, por tanto, dejé de hacerlo (sabiendo que iba a volver en algún momento) para pensar en mí mismo y retomarlo con más fuerza.

Os tengo que decir que ya he recuperado las ganas de leer y de escribir y voy a seguir subiendo contenido, pero no de una manera tan seguida como antes, sino que subiré, como mucho, dos entradas a la semana: una de un libro que me haya leído y otra del autor del mismo en el caso de que no tengamos una entrada suya en este blog (para ver los autores que hay subidos puedes mirar en la etiqueta de “autores”). Y, en el caso de que en una semana no me haya leído un libro porque no haya tenido ganas o porque no me ha dado tiempo a leer o por otra razón, no habrá entrada esa semana, ya que no quiero obligarme a subir una entrada cada semana y acabar aborreciendo esto que tanto me gusta.

Espero que lo entendáis.

Antes de terminar, os quiero decir que mañana saldrá una entrada de una de las últimas novelas que me he leído y que, gracias a quien la escribió (como siempre me pasa) retomé el hábito de la lectura.
Gracias por todo.