domingo, 14 de junio de 2020

CARTAS SOBRE LA MESA


Hola lectores y lectoras.

Como ya os he indicado en un anterior post, voy a subir entradas de los libros que me vaya leyendo cuando los vaya terminando, intentando que haya como máximo una o dos entradas a la semana (una de una novela y, en el caso de que no hayamos analizado al autor, una del autor) y, si esa semana no me he leído ningún libro, no subiré entradas.

Hoy os traigo una reseña de un libro de Agatha Christie, que, como expliqué en El Museo de losEspejos, es una novela que ha influenciado para crear historias posteriores.

Cartas sobre la mesa – el libro del que vamos a hablar hoy – fue escrito por la mayor autora de novelas policiacas de la literatura universal y publicado en 1936.


En la historia la autora rescata a su personaje más conocido: el extravagante detective belga Hércules Poirot, que es invitado a la casa del señor Shaitana para cenar, junto con otras siete personas: el mayor del ejército Despard, una joven muchacha, cuyo nombre es Anne Meredith, la escritora de novelas policiacas Ariadne Oliver, el coronel del servicio secreto Race, una anciana llamada Lorrimer, el doctor Roberts y el superintendente Battle, de Scotland Yard.

En la cena los asistentes se ponen a jugar una partida de bridge en dos mesas, estando, por un lado, el doctor, la anciana, la joven y el mayor del ejército; y en otra habitación Poirot, junto con la escritora, el superintendente y el coronel del servicio secreto. El anfitrión: el señor Shaitana, se encuentra en la sala donde se produce la partida de la anciana y sus acompañantes, pero no juega, sino que se queda sentado en su butaca junto al fuego.

La velada se sucede sin mayores complicaciones, las partidas avanzan de manera normal, hasta que Poirot y el coronel deciden irse a su casa a dormir porque ya se les ha hecho tarde. Por ello, acompañados por sus otros dos colegas de juego vuelven a la habitación donde siguen jugando los otros cuatro invitados, para despedirse del señor Shaitana.

No obstante, cuando se acercan, se dan cuenta que el señor ha sido apuñalado y asesinado.

Es así como empieza la historia de esta novela, ya que Poirot, junto con sus otros tres acompañantes de mesa, deben averiguar quién de los otros cuatro es el culpable del asesinato, puesto que no podían ser otras personas ya que nadie había pasado a esa habitación en el trascurso de la partida.

De esta manera, se produce la investigación y el culpable se descubre al final, con una gran clase de ingenio y lógica por nuestro conocido y queridísimo Poirot, que, a través de las pistas que saca de la partida del bridge de los cuatro sospechosos, consigue desenmascarar al asesino.

Para concluir, hay que decir que no es una novela de Agatha Christie que se conozca como otras, pero tiene un gran trabajo detrás y está muy bien construida, ya que escapa del esquema de las novelas policiacas: siempre el que tiene más papeletas para ser el asesino lo termina siendo; ya que, tal y como indica la autora en una nota al principio del libro, los cuatro sospechosos tienen las mismas papeletas para ser el asesino. Además, a pesar de que la novela gira en torno a una partida de bridge e indican cosas de ese juego, uno no tiene por qué saber sus reglas para seguir el argumento de la historia.



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